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CS-262-Villarruel.Parcial Historia

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Líneas añadidas 1-154:
El golpe militar de septiembre de 1955 no una resistencia organizada
por parte de la clase obrera. A pesar de algunos episodios aislados de resistencia, frente
a la renuncia del peronismo en el poder la que influyeron sus debilidades internas
que la fuerza de las armas- la clase obrera no un movimiento efectivo de
resistencia frente al nuevo gobierno. Esta , a de un complejo
proceso de avances y retrocesos, a lo largo del estudiado. Es el de este
trabajo articular los conceptos de empate , alianza de clases y de fuerzas
sociales con un de la del movimiento obrero.

Luego del breve interregno que el gobierno de Lonardi -en el que los
sindicatos intentaron hacer acuerdos con el gobierno, pero se vieron desbordados por
sus bases-, el gobierno de Aramburu enfrentarse a una oleada creciente de
protestas obreras y acciones de sabotaje. Como respuesta, el gobierno numerosas
medidas con el fin de fragmentar las organizaciones sindicales. Entre ellas se
encontraron el arresto de un gran de sindicalistas, la de los
sindicatos, y la de participar en ellos a los representantes sindicales
importantes de los del peronismo. Estas medidas, a pesar de ser cumplidas
en su , no alcanzaron sus objetivos , que en fragmentar las
organizaciones sindicales y limitar el accionar de las comisiones internas de las .

A partir este , conocido como la Resistencia Peronista, las distintas
organizaciones que representan a la clase obrera, tanto formal como informalmente
sindicatos, las comisiones internas, los que llevaban adelante los sabotajes se
convirtieron en actores centrales de la argentina. Si bien estas organizaciones
se identificaban en su con el peronismo, no es menos cierto que, dado que una
vuelta de al improbable en el corto plazo, gozaban de un cierto margen de maniobra para tomar decisiones . , las decisiones tomadas
por en el exilio influyeron en los procesos locales. Un ejemplo de ello lo
constituye su alianza temporal con un sector disidente del radicalismo, que a
Arturo Frondizi a la presidencia en mayo de 1958.

Este margen de maniobra del que , junto al atractivo para
los obreros del peronismo proscrito, les a los sindicatos adoptar un papel
central en los bloques de fuerza que detentaron el poder a lo largo de este . Estos
bloques de fuerza, sin embargo, no lograron constituirse en una alianza de clases en un
sentido estructural, sino que representaron conjunciones de fuerzas sociales articuladas
con fines . Los bloques de fuerza constituidos resultaron excepcionalmente
, y su vigencia fue temporal. En este sentido, no contribuyeron de un modo
directo a la efectiva de la crisis de , extendida por la de
empate .

El concepto de empate de Portantiero relacionado con la
imposibilidad de construir un orden estable. Esta circunstancia es notoria a lo
largo de este , en el que se alternaron gobiernos civiles y militares a un ritmo
vertiginoso. Las causas de este empate exceden, sin embargo, el de la .
Puede pensarse que en este se una crisis de . Esta es una
donde la clase predominante no es capaz de articular un
sistema estable que responda a las necesidades locales del modelo de
. En este caso, este modelo adopta la forma del capitalismo .

A lo largo de este se confirma el papel dominante, en el
, de los sectores de la urbana ligados al capital extranjero. El
modelo desarrollista, aplicado por primera vez durante la presidencia de
Frondizi, numerosas a la externa; , no en
reprimir las manifestaciones decididas de la clase obrera. Como resultado de esas
medidas, la de la externa se marcadamente. Los sectores de
la relacionados con algunos de los sectores relacionados con empresas
transnacionales (un ejemplo lo constituyen las empresas petroleras) tuvieron un
crecimiento ampliamente superior al promedio, en un contexto de crecimiento
global de la industrial.

Sin embargo, este predominio no se tradujo en una
. La , tanto como material, existente en el seno de
las clases dominantes en gran medida a hacer la inestabilidad
. A pesar del notable desarrollo de esta de la
industrial y financiera, no pudo constituir una estable siquiera en el
interior de las clases dominantes. Sus intereses no exactamente (y en
ocasiones se diametralmente) con los de la rural y con los de la
y mediana urbana. No , , un partido que
representara los intereses de las fracciones de la . Este sector no
constituirse, entonces, en una fuerza social. En este sentido las fuerzas armadas
representaban una alternativa bastante atractiva. Sin embargo, dentro de ellas
divisiones internas. Un ejemplo del nivel al que llegar estas divisiones
puede encontrarse en los enfrentamientos armados de 1962 y 1963. cuando no
llegaran a tales extremos, las divisiones e siguieron existiendo en
su seno a lo largo de todo este .

A la heterogeneidad de las clases dominantes se le sumaba la relativa
homogeneidad de las clases subalternas. Dentro de ellas, la clase obrera urbana
conformaba el grupo y importante. , la
de los obreros con el peronismo era mayoritaria. Sin embargo, la
del peronismo como fuerza social era imposible en el plano partidario
debido a la electoral. En el sistema producido a partir de
1958 por estas reglas de juego, los sindicatos jugaron un papel central al postularse
como representantes de la clase obrera. Sin embargo, los sindicalistas no
representaban a la clase obrera sino que una gama de intereses propios. Entre
ellos se encontraban los de la unidad y la legalidad de los sindicatos, como el
mantenimiento del sindicato por sector de la -que les aseguraba un
flujo constante de ingresos, independientemente de la voluntad de los gobernantes de
turno. Estos ingresos fueron usados, a menudo, con fines estrictamente .

Este conjunto de circunstancias inabordable, para muchos de los gobiernos
que se sucedieron a lo largo de este , el problema del empate . Los
gobiernos de turno se vieron forzados, en muchos casos, a alcanzar endebles acuerdos
con los sindicatos. Este hecho hizo posible la creciente influencia y que los
sindicatos fueron ganando hacia 1966. El gobierno de , como intento de
de un estado -autoritario, presentarse como una salida
posible para esta crisis mediante el subordinamiento de los sindicatos y la
del sistema (con consecuencias negativas sobre las posibilidades de
, no de la clase obrera, sino de las clases medias y de
grandes sectores de la ) y de la en general. La ser
reemplazada por la , guiada por criterios de eficiencia. Esta
de la que se racional y
para su a grupos identificados con las posiciones liberales.

, luego de aproximadamente seis meses de producido el golpe militar de junio de
1966, el ministro de y trabajo Jorge Salimei, a la paternalista de
las fuerzas armadas que con -, fue reemplazado en su
cargo por Adalbert Krieger Vasena, un exponente del liberalismo. Krieger
Vasena tuvo en organizar una de los ingresos hacia los sectores de
la vinculados al capital extranjero, desde otras fracciones de la y
desde la clase obrera.

La CGT demostrado su capacidad de de la clase obrera
mediante las protestas llevadas a cabo durante la presidencia de Arturo Illia, en rechazo
a sus intentos de intervenir en los sindicatos. Sin embargo, el oponerse al gobierno de
tan poco tiempo de intervenir a su favor tuvo un alto costo .
Aislada de sus bases sociales, una derrota a manos del gobierno al
verse obligada a levantar una medida de fuerza que con escaso apoyo. El
gobierno, sin embargo, no fragmentar a la CGT, sino que se a relegarla a
un papel subordinado. Esta victoria del gobierno no impedir, sin embargo,
que se expresaran las contradicciones sociales que un sistema que , tanto
como , a sectores de la considerados , a
las clases medias, y al conjunto de la clase obrera. Las medidas adoptadas por Krieger
Vasena, a pesar de alcanzar los objetivos propuestos, generaron el rechazo
de estos grupos. Las retenciones aplicadas a las exportaciones , por ejemplo,
perjudicaron directamente a la agraria. La de las trabas para la
de bienes de consumo a ciertos sectores de la y mediana
. El universitario fue uno de los pocos que se mostraron inicialmente
hostiles al gobierno militar; la contra este sector no se hizo esperar.

Las medidas del gobierno lo distanciaron de la clase obrera. La
de los convenios colectivos de trabajo, mediante la cual el gobierno se
reservaba la de otorgar o impedir aumentos de sueldos por un de dos
, le su . Una de esta puede
encontrarse en las organizaciones que buscaron oponerse militarmente al , entre
ellas los . La CGT , por su parte, una , luego de unas
elecciones cuyos resultados fueron rechazados por el sector que lideraba Augusto
Vandor -una de las figuras importantes dentro del sindicalismo de la , que
hizo famosa su estrategia de y . A de este conflicto, Raimundo
Ongaro la de los , una sindical paralela que, si
bien no disputar el lugar de la CGT, se hizo relevante por su mayor al
militar y por su a la de las protestas obreras y
estudiantiles de 1969, conocidas como . Estas protestas fueron llevadas
a cabo inicialmente por sectores de la clase obrera que trabajaban en empresas con
presencia de capital extranjero, en sectores altamente de la . Este
proceso echa luz sobre las contradicciones que el en su a
todas las fuerzas sociales. Las fuerzas sociales que hubieran podido aspirar a una
en el aparato estatal por medio de las elecciones se vieron en una
similar a la que el peronismo; esto les a unir sus esfuerzos en contra del
, a pesar de que no una crisis . El Cordobazo, junto con las
manifestaciones que le sucedieron, fueron manifestaciones de la impotencia de los
gobiernos de la para resolver el empate en donde tanto el capital
como la clase obrera pudieron vetar los proyectos de la contraparte, pero
les fue imposible construir un sistema de duradero.